Arte del Coaching

Mi historia personal

Mi historia personal

Mi historia personal

He pasado mucho tiempo de mi vida estudiando el comportamiento humano, sobre todo, llevando a la práctica lo que aprendí en mi carrera de Psicología (sigo siendo una apasionada de la psicología, la cual me ha permitido entender muchas cosas que ocurren en el plano interno de las personas y que lo manifiestan en su forma de ser...). En principio fue un conocimiento general sobre muchos temas, una visión humanística, la que principalmente me ayudó a abrir la mente, a aceptar cosas nuevas, así como a descubrir nuevos puntos de vista y a cuestionar y tener un juicio crítico sobre lo que me daban como un dogma.

También corre por mis venas sangre de emprendedora, fruto probablemente de mi madre (que tenía un negocio personal) y querer una vida sin limitaciones (que trabajando para otros no se me podría permitir. Aunque he trabajado para otros y muchas veces).

Cuando terminé la carrera universitaria, emprendí mi primer proyecto de asesoría psicológica.

Se puede decir que, en mi primera experiencia en este campo, que duró 5 años, comencé literalmente con una mano delante y otra atrás (brindando asesoría y consejería a jóvenes y padres de familia).

A pesar que la pasé mal económicamente en algunos momentos, sobre todo en sus primeros años, fue mejorando. De esa primera experiencia no tengo más que buenos recuerdos, y sobre todo mucho aprendizaje.

Empecé, entonces, a conocerme mejor y, sobre todo, me acostumbré a tomar decisiones y a orientar mi vida. Un gran descubrimiento fue que, aunque el entorno y las circunstancias parecen decirte que algo no se puede conseguir, realmente sí se podía conseguir si te lo proponías.
Conocí a muchas personas, tuve problemas, crisis, abandonos, me equivoqué varias veces; sin embargo, salí más fortalecida, pues aprendí de ellas y mejoré.

Desde joven, hay una pauta que he tenido bastante clara (y que también me ha dado muchos disgustos y me ha hecho caer en contradicciones): he creído en las personas y habitualmente les he dado un voto de confianza, he pensado que querer es poder y todos podíamos alcanzar lo que nos proponemos. Así que aplicando a mí misma esta premisa, he cambiado el rumbo de mi vida varias veces, en busca de algo que de verdad me llenara. Por ello, viví, ciertamente, experiencias inolvidables.

Decidí iniciar varios proyectos empresariales, que me permitieron ingresar y comprender ambas realidades: de las personas, con sus intereses en el trabajo y desarrollo profesional y personal; y también, de los emprendedores, que, como personas y responsables de los negocios, desean desarrollar los mismos para el bienestar de ellos y de los que trabajan en su organización. Evidentemente, como parte de mi desarrollo, tuve éxitos y fracasos, altas y bajas, pero de todos ellos he logrado importantes aprendizajes que ahora me permiten comprender mejor a mis coachees.
La verdad es que hubo muchos "indicadores" que supe leer y me fueron llevando a la enseñanza y a la formación, poco a poco y casi sin darme cuenta. Fue mi deseo de lograrme lo que me fue guiando. Formé mis equipos de profesionales durante bastante tiempo, y también como empresaria tuve a su vez que formarme yo misma y continúo (aunque es de mi agrado. pues aprender es uno de mis hobbies).

El caso es que cada vez fui aprendiendo más hasta dedicarme por completo a la formación empresarial y al coaching. En mi opinión, es lo mejor que he podido haber hecho en esta vida. Este paso, que comenzó hace pocos años, definió claramente lo que quería hacer.

Empecé a prepararme como formadora, lo cual me hizo profundizar en nuevas herramientas y técnicas de grupo (nunca dejaré de resaltar lo importante que son las personas para mí). Autoestima, motivación, trabajo en equipo, liderazgo, comunicación, etc. han sido mis principales temas.
Siempre me ha interesado mucho el campo del desarrollo personal, y, por supuesto, hacia allí encaminé mis iniciativas, lo cual me hacía sentir realizada. Pero hubo un antes y un después, cuando descubrí la PNL ("Programación Neuro-Lingüística"), lo que han llamado "la ciencia o el arte de la excelencia personal". Lo grandioso de la PNL es que aprendes a percibir un mundo con muchas menos limitaciones que antes, donde muchas más cosas son posibles. Asimismo, llegas a conocer y comprender cómo es uno por dentro, y cómo se genera el mundo en el que vive. En consecuencia, comprendes cómo uno puede cambiar, evolucionar y entender a otros, y cómo se genera el mundo en el que vive. Para mí entender a otros y comunicarnos adecuada y eficientemente es la clave para un mundo mejor.

Después, empecé a aprender sobre la inteligencia emocional, que es complementaria de la PNL. Luego, muchas otras cosas que han ido viniendo me constatan lo apasionante que es el ser humano, lo que lleva en su interior, y, sobre todo, su potencial ilimitado. Entonces, si debía ser coherente, el paso siguiente era el coaching que para mí es la manera más eficiente de atender las necesidades de evolución, mejora y cambio de una persona.

Siento la necesidad imperiosa de facilitar a otros lo que he aprendido y experimentado para vivir una vida plena y que merezca la pena ser vivida.

¿En qué he cambiado en estos años que me permite estar feliz hoy?

Sobre todo, que he aprendido a darme mi tiempo, que he pasado de imponer mis criterios a ofrecerlos, de ser orgullosa a ser más consciente de mi "sólo sé que no sé nada", de querer sólo dinero y éxito, a liderar mi vida con equilibrio, y a balancearla con un sentido espiritual, que, sin decantarme hacia ningún lado en particular, me marca un camino (el mío), a intentar cada día ser más congruente, y, sobre todo, a creer en la abundancia trabajando por algo que me trascienda. Visualizo mundo mejor donde las personas puedan realizarse.

Hoy, vivo donde quiero vivir, con las personas que yo quiero (y que más quiero) como son mis dos hijas. Me siento bien con mi familia, tengo muy buenos amigos. He viajado por casi 15 países de los 5 continentes. Tengo aficiones que practico y que me gustan mucho, como es el cine, la fotografía, la lectura, la playa, río mucho y comparto muchos buenos momentos con las personas que más aprecio.

Disfruto cada vez más de las pequeñas cosas y de lo que el dinero no puede comprar (que suele ser lo más valorado).

Nadie me ha regalado nada. No obstante, hoy estoy donde he decidido estar. Puedo decir tranquila, que si mañana me toca decir una frase que me definiría sería "vivió la vida que quiso vivir con gran satisfacción y alegría".

¿Y tú, como te sientes?

Ten la convicción que es posible “ir mejorando día a día” y “lograr realizarte en tu vida”.

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