Estoy adherida al Código Deontológico de la ICC, International Coaching Community con registro 4149. Bajo mi enfoque personal, ser coach no es una profesión, sino un estilo y forma de vida. No dejo de ser coach aun cuando no lo ejerza, pues permanentemente vivo el coaching.

Implica tener la conciencia de saber que todas, TODAS las personas tienen el potencial de crecer y evolucionar y de tener las vidas que desean de verdad hasta alcanzar sus sueños.

Para alcanzar esas metas, considero indispensable:

• Una ética a conciencia.
• La claridad que mi objetivo es “conseguir que las personas vuelen solas”.
• Y, sobre todo, conceptualizar que las respuestas a nuestras preguntas y la solución a nuestros problemas las tenemos en uno mismo. Solo necesitamos identificarlos.

Como coach, debo facilitar el proceso para que afloren, sin caer en la tentación de dar consejo y solución, pues eso sería imponer mi mapa del mundo al otro. Coaching no es ayuda, es facilitación y apoyo.

El coaching implica para mí:

• Compromiso
• El respeto total al otro, o aceptación incondicional
• El continuo aprendizaje
• Tener humildad para compartir.
• Cuestionar continuamente mis presuposiciones y creencias.
• Compartir a otros la nueva experiencia, que me está enriqueciendo como persona.

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